Opinión Legal de la Lic. Sarahí Lucio
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN MÉXICO
El próximo miércoles 29 de julio, el Senado de la República sesionará a favor o en contra de la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud en materia de interrupción legal del embarazo y salud sexual y reproductiva.
La Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados se mostró a favor de esta iniciativa, por lo que fue turnada a la Comisión de Salud a fin de continuar con su análisis, ya que el aborto es un tema de salud pública, debido a que es una de las principales causas de muerte obstétrica en México.
La propuesta tiene como finalidad que se reconozca y garantice en todo el país el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, incluida la interrupción del embarazo. De aprobarse dicha iniciativa, la Secretaría de Salud deberá contar con personal capacitado para practicar la interrupción legal del embarazo siempre que sea la mujer quien lo solicite; además, tendrá que proporcionar los servicios de consejería médica y social.
El aborto sería permitido hasta las 12 semanas de gestación o en caso de abuso sexual.
Actualmente, solo está permitida la interrupción del embarazo en la Ciudad de México desde el 2007 y en Oaxaca desde el pasado 2019.
¿RELIGIÓN, POLÍTICA O DERECHO?
El tema del aborto genera importantes controversias debido a que involucra aspectos relacionados con los derechos humanos, sexuales y reproductivos de las mujeres; con las leyes y la política; con los valores éticos, morales y religiosos; con las condiciones socioeconómicas de las mujeres; y con las ideas que predominan en nuestro contexto cultural respecto a la feminidad y la maternidad.
Siendo este tema tan controvertido, nos permitimos enunciar algunos preceptos legales para que sean ustedes mismos quienes formen su propia opinión en relación a este tema tan delicado.
El código civil para el Estado de Chihuahua, en su artículo 22 cita textualmente lo siguiente: “La capacidad jurídica de las personas físicas se adquiere por el nacimiento y se pierde por la muerte; pero desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos declarados en el presente Código.”
La concepción (fertilización) o comienzo del embarazo, según lo describe la medicina, es el momento en que un óvulo es fecundado por un espermatozoide.
Partiendo de estos dos conceptos básicos, podemos concluir que el feto es tutelado por el derecho, incluso antes de las 12 semanas en las que la presente iniciativa pretende sugerir que se pueda interrumpir la gestación.
A pesar de que en la actualidad existe una gran variedad de métodos para el control de la fertilidad, el embarazo no deseado y el aborto son problemas a los que cotidianamente se enfrenta una gran cantidad de mujeres de todas las edades y de todos los sectores sociales.
De acuerdo con una estimación realizada en los últimos años, el 40% de los embarazos en México son no deseados, estimándose que el 17% terminan en abortos inducidos y el 23% restante en nacimientos no deseados (The Alan Guttmacher Institute).
Cabe también señalar que el acceso a los métodos anticonceptivos no es igual para todas las personas. Ciertos núcleos de la población femenina, como las adolescentes, las mujeres sin escolaridad y aquellas que viven en regiones rurales apartadas o en zonas indígenas tienen mayores dificultades de acceso a la anticoncepción. De acuerdo con algunos datos, a escala nacional el 68.5% de las mujeres unidas en edad fértil utilizaban algún método anticonceptivo, mientras que en los grupos de mujeres mencionados las proporciones eran inferiores al 50% (Consejo Nacional de Población).
Esta iniciativa tiene como actor principal a las mujeres teniendo como fundamento ideológico el derecho a decidir sobre su cuerpo y a la salud sexual y reproductiva; sin embargo, esto deja en un completo abandono al sujeto que no tiene forma de expresar lo que quiere, siente o necesita, EL NO NACIDO.
¿Quién ve por sus derechos? ¿Quién habla en representación de el o ella? Si, es real que hay un sinfín de muertes por abortos mal practicados, pero el número de muertes de mujeres por esta mala práctica, es inferior al número de muertes de personas que aun no terminan ni siquiera de formarse, pero que ya tienen vida. ¿Entonces quien está en desventaja?
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